Nos has dejado a todos huérfanos, de tu sencillez, de tu amabilidad, de tu fortaleza que resultó ser tu punto débil.
Me has dejado huérfano, de tu risa, de tus caricias, de tus abrazos, de tus besos…
Me has dejado roto, ya nunca más podré acariciar tu pelo, tu cara, besarte, besarte una y otra vez, seguir besándote y no cansarte de mis besos.
Me has dejado vacío, de lágrimas, de tu presencia, de tu amor…
Amada mía, dos mil kilómetros eran demasiado para los dos, no pude aguantar tu mano en tu último aliento, no pude besarte en tu último suspiro, no pude sentir tu último latido.
Te amo vida mía, te quiero y te amo, pero ya nunca más estarás a mi lado para preguntármelo.
El camino que has tomado no puedo seguirlo, aún.
Sandra Monsoriu Navarro
14-05-1979
09-06-2016
